Tango Zen Journal, September 28, 2024
"A Day of Tango and Heartfelt Connections: Reuniting in Malmö"
"Un día de tango y conexiones conmovedoras: Reencuentro en Malmö"
Hello friends,
Greetings from Malmö, Sweden! I arrived two days ago, on Thursday, for a weekend filled with Tango Zen workshops. The weather started out tough—windy and rainy—but that didn’t stop me from experiencing an unexpected yet long-anticipated visit with my dear tango friend, Margareta.
Margareta Westergård and I go way back, having first met in Buenos Aires around 2009. She was even featured in my documentary, Tango Your Life, sharing her emotional tango experiences and knowledge of Buenos Aires. In 2012, she organized a Tango Zen workshop here in Sweden, and ever since, our connection has only deepened. Meeting her again this weekend was incredibly moving for me, and we spent hours catching up over lunch, coffee, and Swiss chocolate.
Afterward, we strolled through her favorite park—about 7.8 kilometers according to Margareta—soaking in the beautiful flowers and the shared memories. Later that evening, we attended Camarín, Sweden’s oldest tango organization, for a small, intimate milonga. Margareta and I shared four tandas, one of which was to Pugliese's music—a rare treat we giggled about, only reserving it for the best of partners.
Margareta and I danced four tandas, including one to Pugliese, which made us giggle. We both agreed we only dance Pugliese with the right partners, and this time, it felt just right. The connection was as beautiful as ever, and by the end of the night, Margareta summed it up perfectly: "What a day!" Indeed, it was a day filled with cherished memories, meaningful conversations, and deep tango moments.
As I now prepare for today’s Tango Zen workshop, I look forward to exploring the connection between tango and Zen with a wonderful group of participants.
Wishing you all a fantastic weekend! Stay tuned for more updates.
Abrazo milonguero,
Chan
============================
Hola amigos,
¡Saludos desde Malmö, Suecia! Llegué hace dos días, el jueves, para un fin de semana lleno de talleres de Tango Zen. El clima comenzó difícil—ventoso y lluvioso—pero eso no me impidió disfrutar de una visita inesperada y muy esperada con mi querida amiga tanguera, Margareta.
Margareta Westergård y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo, habiéndonos encontrado por primera vez en Buenos Aires alrededor de 2009. Incluso fue parte de mi documental Tango Your Life, compartiendo sus experiencias emocionales con el tango y su conocimiento sobre Buenos Aires. En 2012, organizó un taller de Tango Zen aquí en Suecia, y desde entonces, nuestra conexión ha crecido aún más. Volver a verla este fin de semana fue un momento muy emotivo para mí, y pasamos horas poniéndonos al día durante el almuerzo, café y chocolate suizo.
Después, caminamos por su parque favorito—aproximadamente 7,8 kilómetros según Margareta—disfrutando de las flores y de los recuerdos compartidos. Más tarde esa noche, asistimos a Camarín, la organización de tango más antigua de Suecia, para una milonga pequeña e íntima. Margareta y yo compartimos cuatro tandas, una de las cuales fue con la música de Pugliese, un lujo que nos hizo reír, ya que solo la reservamos para los mejores compañeros de baile.
Margareta y yo bailamos cuatro tandas, incluida una con Pugliese, lo que nos hizo reír. Ambas coincidimos en que solo bailamos Pugliese con los compañeros adecuados, y esta vez, se sintió perfecto. La conexión fue tan hermosa como siempre, y al final de la noche, Margareta lo resumió perfectamente: "¡Qué día!" De hecho, fue un día lleno de recuerdos preciados, conversaciones significativas y profundos momentos de tango.
Ahora, mientras me preparo para el taller de Tango Zen de hoy, espero con ansias explorar la conexión entre el tango y el Zen con un maravilloso grupo de participantes.
Abrazo milonguero,
Chan
Comments