Tango Zen Journal, November 3, 2024 - Personal Reflections
"Do You Ever Embrace and Kiss Your Co-workers or Boss?"
¿Alguna vez abrazas y besas a tus compañeros de trabajo o a tu jefe?
Hello friends,
While we are on the subject of cultural nuances in Buenos Aires, I’d like to share an intriguing video clip that may seem unusual to some, yet it’s quite common here. Back in 2010, during the filming of my documentary, I sought to capture the unique, heartfelt customs of Buenos Aires. One moment stood out in particular: an experience at an immigration office where I watched as each employee who entered greeted their colleagues with a kiss—even their boss. This scene struck me as deeply authentic and culturally unique.
At that time, I was amazed, and truth be told, it still surprises me. I’ve traveled to many countries, and nowhere else have I seen such warmth embedded in everyday interactions. This culture of open-heartedness is intrinsic to Argentina and reflects beautifully in tango. Embracing someone, even a stranger, with genuine warmth is second nature here.
I’d love for you to share your impressions of this video. Does your culture have a similar practice of greeting co-workers with an embrace or a kiss? I suspect it might not be common outside Argentina, and that’s what makes the tango here so distinct. This openness is not just an action but a reflection of the heart—an essential part of understanding and feeling tango.
In my observations, dancers around the world may physically embrace on the dance floor, but often the emotional connection is lacking. Without the readiness to open one’s heart, there remains a distance, a barrier to fully experiencing tango’s true essence. In Buenos Aires, such openness is automatic; it’s in the air, in every greeting, and in every dance.
Is this element present in your tango community? Or is it something that’s missing? I welcome your thoughts and experiences.
Thank you for joining me on this reflective journey.
Abrazo,
Chan
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Hola amigos,
Mientras hablamos de las sutilezas culturales en Buenos Aires, me gustaría compartir un video intrigante que puede parecer inusual para algunos, pero es bastante común aquí. Allá por 2010, durante la filmación de mi documental, buscaba capturar las costumbres auténticas y conmovedoras de Buenos Aires. Un momento en particular se destacó: una experiencia en la oficina de inmigración donde observé cómo cada empleado que entraba saludaba a sus colegas con un beso, incluso a su jefe. Esta escena me impactó por su autenticidad y singularidad cultural.
En ese momento, me asombró, y la verdad es que aún me sorprende. He viajado a muchos países y en ningún otro lugar he visto tal calidez integrada en las interacciones cotidianas. Esta cultura de corazón abierto es intrínseca a Argentina y se refleja de manera hermosa en el tango. Abrazar a alguien, incluso a un desconocido, con genuina calidez es algo natural aquí.
Me encantaría que compartieran sus impresiones sobre este video. ¿En su cultura existe una práctica similar de saludar a los compañeros de trabajo con un abrazo o un beso? Sospecho que no es común fuera de Argentina, y eso es lo que hace que el tango aquí sea tan único. Esta apertura no es solo una acción, sino un reflejo del corazón, un elemento esencial para entender y sentir el tango.
En mis observaciones, los bailarines de todo el mundo pueden abrazarse físicamente en la pista, pero a menudo falta la conexión emocional. Sin la disposición de abrir el corazón, queda una distancia, una barrera para experimentar completamente la verdadera esencia del tango. En Buenos Aires, esa apertura es automática; está en el aire, en cada saludo y en cada baile.
¿Está presente este elemento en tu comunidad de tango? ¿O es algo que falta? Espero sus pensamientos y experiencias.
Gracias por acompañarme en este viaje de reflexión.
Abrazo,
Chan
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