Tango Zen Journal, February 20, 2024
Exploring the Heart of Milonga
Diving into the essence of milongas recently led to an enlightening conversation on my Facebook. Ricky Barrios touched on a profound truth: "The problem is that dancing is taught, but Milonguear is not..."
I found myself nodding in agreement. There's a world of dance workshops, yet how often do they explore the soul of dancing in a milonga? Understanding etiquette, respecting shared space, and embracing the communal spirit seem overlooked yet are essential.
True, learning the milonga way (Milonguear) isn't straightforward. It's about absorbing the nuances from those who've lived it, navigating a space where tradition and friendship rule. Sadly, with fewer milongueros available to guide us, many learners, including Porteños who begin later in life, find themselves adrift without this cultural compass.
In our recent Tango Zen workshop in Kassel, I created what I called a mini milonga, where participants danced together in a close-knit space. This experience highlighted how focusing too much on individual skills can sometimes overshadow the collective joy that is at the heart of traditional milonga settings. Watching the video from this workshop, the magic of those final moments stood out. By simply inviting participants to embrace, walk, and truly connect with each other, we illuminated the genuine essence of milonga – a place where friendship and the shared pleasure of dancing take center stage, transcending personal achievement.
This wasn't by chance. Our participants worked hard and really focused on the music, each other, and the fun of moving together, paying close attention to each moment. When we tried dancing with our eyes covered, it was a special moment that showed us how great it feels to connect with someone else through dance.
I'm curious to hear your reflections on the clip and the snapshots that frame this beautiful experience.
Let's continue to dance, to explore, and to share.
Warmly,
Chan
#TangoConnection #MindfulDancing #MusicAndMovement #DanceMindfully #ConnectThroughDance #SharedJoy #DanceWithHeart #TangoZen
Explorando el Corazón de la Milonga
Sumergirme recientemente en la esencia de las milongas llevó a una conversación iluminadora en mi Facebook. Ricky Barrios tocó una verdad profunda: “El problema es que se enseña a Bailar y no se enseña a Milonguear…”
Me encontré asintiendo y de acuerdo. Hay un mundo de talleres de danza, pero, ¿cuán a menudo exploran el alma al bailar en una milonga? Entender la etiqueta, respetar el espacio compartido y abrazar el espíritu comunitario parece ser pasado por alto, pero es esencial.
Es cierto, aprender el camino de la milonga (Milonguear) no es sencillo. Se trata de absorber las sutilezas de aquellos que lo han vivido, navegando un espacio donde la tradición y la amistad dominan. Lamentablemente, con menos milongueros disponibles para guiarnos, muchos aprendices, incluidos los porteños que comienzan más tarde en la vida, se encuentran a la deriva sin esta brújula cultural.
En nuestro reciente taller de Tango Zen en Kassel, creé lo que llamé una mini milonga, donde los participantes bailaron juntos en un espacio íntimo. Esta experiencia resaltó cómo enfocarse en profundidad en habilidades individuales puede a veces opacar la alegría colectiva que está en el corazón de los entornos tradicionales de la milonga. Al ver el video de este taller, la magia de esos momentos finales se destacó. Al simplemente invitar a los participantes a abrazarse, caminar y conectarse verdaderamente entre sí, iluminamos la esencia genuina de la milonga - un lugar donde la amistad y el placer compartido de bailar ocupan el centro del escenario, trascendiendo el logro personal.
Esto no fue casualidad. Nuestros participantes trabajaron duro y se enfocaron realmente en la música, en los demás y en la diversión de moverse juntos, prestando atención en cada momento. Cuando probamos bailar con los ojos vendados, fue un momento especial que nos mostró lo grandioso que es conectarse con alguien más a través del baile.
Tengo curiosidad por escuchar tus reflexiones sobre el clip y las fotos que enmarcan esta hermosa experiencia.
Sigamos bailando, explorando y compartiendo.
Abrazo,
Chan
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