Tango Zen Journal, September 24, 2024
Lost in Sound: The Puzzle of Movement Without Musical Connection
Perdido en el Sonido: El Enigma del Movimiento Sin Conexión Musical
Hello, friends!
Today, I want to share something that has fascinated me for years—music, musicality, and why some people connect deeply with music while, for others, it’s just background noise. It has puzzled me for decades, especially since I started dancing tango over 27 years ago.
What truly intrigues me is why some people don’t really listen to music when they dance. It’s as if the music becomes secondary, just a backdrop to their movement. I remember, many years ago, traveling to California for a workshop. I observed a class with the instructor’s permission, and for an hour and a half, there was no music. I was shocked! When I asked the instructor about it, they told me, “Oh, it’s not important—we’ll deal with music later; right now, we need to focus on steps.”
This blew my mind, because in tango, music is not just an accessory—it’s an energy source. How can someone dance without that energy? Without the music, you’re missing a key part of the dance experience.
This led me to ask a bigger question: Is musicality an innate talent, or can it be learned? I’ve spoken to many people about this—friends, dancers, and experts—but no one has given me a clear answer. Some say it’s natural, others say it’s something you can develop. After doing some research, I’ve come to the conclusion that musicality is a combination of inherited traits and acquired skills. Some people are born with an ear for music, but others can develop it over time.
In tango, as in life, music is essential. It’s the energy that drives movement and transformation. Many say that tango is transformative, and I believe that wholeheartedly. It can change your life, as I explored in my documentary Tango Your Life. But for transformation to happen, you must surrender to the music. It isn’t helpful to analyze it, and in fact, you shouldn’t—you have to feel it.
Here’s the thing—musicality courses and online classes often miss the mark. Many are taught by musicians who focus too much on theory. But learning theory doesn’t make you feel the music. You can’t fall in love with a song by understanding its chord progression. People love The Beatles’ “Yesterday” not because they know music theory, but because the song touches something deeper—a universal chord within us all.
To develop musicality, you need to listen to music without overthinking it. Just listen. Let it flow through you. When you coordinate your body with the music, something invisible happens—something that can lead to a transformation in your dance and in your life.
So, my suggestion to those who want to dive deep into tango is simple: listen to the music, really listen, without analyzing it. Even if you weren’t born with a natural talent for music, by listening—just listening—you can develop a sense of it. Over time, this will transform not only your dance but your spirit, your psychology, and your physical reactions. Eventually, it will lead to a transformation of your whole being, all thanks to tango.
What do you think? Is musicality something you’re born with, or can it be learned? I’d love to hear your thoughts!
Until next time, happy dancing and listening!
– Chan
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Hola, amigos!
Hoy quiero compartir algo que me ha fascinado durante años: la música, la musicalidad, y por qué algunas personas se conectan profundamente con la música, mientras que para otras solo es ruido de fondo. Me ha intrigado durante décadas, especialmente desde que comencé a bailar tango hace más de 27 años.
Lo que realmente me intriga es por qué algunas personas no escuchan la música cuando bailan. Es como si la música fuera secundaria, solo un fondo para sus movimientos. Recuerdo que, hace muchos años, viajé a California para un taller. Observé una clase con el permiso del instructor, y durante una hora y media no hubo nada de música. ¡Estaba sorprendido! Cuando le pregunté al instructor al respecto, me dijo: "Oh, no es importante. Lo veremos después; ahora tenemos que enfocarnos en los pasos."
Esto me dejó sorprendido porque, en el tango, la música no es solo un accesorio—es una fuente de energía. ¿Cómo puede alguien bailar sin esa energía? Sin la música, te pierdes una parte clave de la experiencia del baile.
Esto me llevó a hacer una pregunta más grande: ¿La musicalidad es un talento innato o se puede aprender? He hablado con muchas personas sobre esto—amigos, bailarines y expertos—pero nadie me ha dado una respuesta clara. Algunos dicen que es algo natural, otros dicen que se puede desarrollar. Después de investigar, llegué a la conclusión de que la musicalidad es una combinación de rasgos heredados y habilidades adquiridas. Algunas personas nacen con un buen oído para la música, pero otras pueden desarrollarlo con el tiempo.
En el tango, como en la vida, la música es esencial. Es la energía que impulsa el movimiento y la transformación. Mucha gente dice que el tango es transformador, y yo lo creo completamente. Puede cambiar tu vida, como exploré en mi documental Tango Your Life. Pero para que ocurra la transformación, debes rendirte a la música. No es útil analizarla, y de hecho, no deberías—tienes que sentirla.
El problema es que muchos cursos de musicalidad y clases en línea no llegan al punto. Muchos están dirigidos por músicos que se enfocan demasiado en la teoría. Pero aprender teoría no te hace sentir la música. No puedes enamorarte de una canción entendiendo solo su progresión de acordes. A la gente le encanta “Yesterday” de los Beatles no porque conozcan la teoría musical, sino porque la canción toca algo más profundo—una cuerda universal dentro de nosotros.
Para desarrollar la musicalidad, necesitas escuchar la música sin pensar demasiado. Solo escucha. Deja que fluya a través de ti. Cuando coordinas tu cuerpo con la música, algo invisible sucede—algo que puede llevar a una transformación en tu baile y en tu vida.
Entonces, mi sugerencia para aquellos que quieren profundizar en el tango es simple: escucha la música, realmente escúchala, sin analizarla. Incluso si no naciste con un talento natural para la música, al escuchar—solo escuchar—puedes desarrollar un sentido de ella. Con el tiempo, esto transformará no solo tu baile, sino también tu espíritu, tu psicología y tus reacciones físicas. Eventualmente, llevará a una transformación completa de tu ser, todo gracias al tango.
¿Qué piensas? ¿La musicalidad es algo con lo que nacemos o se puede aprender? ¡Me encantaría escuchar tus pensamientos!
Hasta la próxima, ¡felices bailes y escuchas!
– Chan
Source: Film, Tango Your Life, directed by Chan Park
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