Tango Zen Journal, October 27, 2024
"Reflecting on the Emotional Experience at Benediktushof"
"Reflexionando sobre la Experiencia Emocional en Benediktushof"
I just returned from a deeply rewarding trip to Benediktushof in Germany, where I led a Tango Zen Retreat with 35 participants. Benediktushof, a Zen meditation center founded by Zen Master Willigis Jäger (whom I had the honor of meeting), holds a special place in my heart. Each visit brings up emotions, especially since his passing in 2021. This was my third time conducting the retreat there, and I felt deeply connected.
Initially, I was anxious about managing such a large group on my own, but the participants were incredibly attentive and appreciative. We had meaningful discussions, and their curiosity and openness made the experience truly worthwhile. One participant, after dancing with her eyes closed, shared how it helped her release anxiety and finally understand the essence of tango and Tango Zen.
Another participant, after dancing with me during the milonga we held on Saturday evening, commented that it felt as though I was "in the zone," saying that sometimes my eyes were closed, and it seemed like I was somewhere else. It was a beautiful observation, as being in that state is where I find true joy.
One touching moment was when a participant, acting as a “tango angel” (guiding couples who danced with their eyes closed), said the energy around their dancing was so beautiful it almost moved him to tears. Comments like these remind me why I do this work.
At the end, I asked the group, "What will you do with this experience?" Many responded with, "How can we continue this journey with you?" This touched me deeply, and I shared that I’ll be offering the same retreat next July and December in Benediktushof. For those interested in advancing, I’ll also host an advanced workshop in Kassel next March—a new development I’m excited about.
I feel so grateful for this experience and look forward to continuing this journey with the participants, both in Buenos Aires and Germany.
Thank you all for your support and for being part of this meaningful journey.
Abrazo milonguero,
Chan
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Acabo de regresar de un viaje muy gratificante a Benediktushof en Alemania, donde dirigí un Retiro de Tango Zen con 35 participantes. Benediktushof, un centro de meditación Zen fundado por el Maestro Zen Willigis Jäger (a quien tuve el honor de conocer), ocupa un lugar especial en mi corazón. Cada visita despierta emociones, especialmente desde su fallecimiento en 2021. Esta fue mi tercera vez realizando el retiro allí, y me sentí profundamente conectado.
Al principio, me sentía ansioso por manejar un grupo tan grande yo solo, pero los participantes fueron increíblemente atentos y agradecidos. Tuvimos discusiones significativas, y su curiosidad y apertura hicieron que la experiencia valiera realmente la pena. Una participante, después de bailar con los ojos cerrados, compartió cómo eso le ayudó a liberar la ansiedad y finalmente entender la esencia del tango.
Otro participante, después de bailar conmigo durante la milonga que realizamos el sábado por la noche, comentó que sentía que yo estaba "en la zona", diciendo que, a veces, mis ojos estaban cerrados y parecía que estaba en otro lugar. Fue una hermosa observación, ya que estar en ese estado es donde encuentro la verdadera alegría.
Un momento conmovedor fue cuando un participante, actuando como “ángel de tango” (guiando a las parejas que bailaban con los ojos cerrados), dijo que la energía era tan hermosa que casi lo hizo llorar. Comentarios como estos me recuerdan por qué hago este trabajo.
Al final, les pregunté al grupo: "¿Qué harán con esta experiencia?" Muchos respondieron: "¿Cómo podemos continuar este viaje contigo?" Esto me conmovió profundamente, y les compartí que ofreceré el mismo retiro en julio y diciembre en Benediktushof el próximo año. Para aquellos interesados en avanzar, también ofreceré un taller avanzado en Kassel en marzo, algo que me emociona mucho.
Me siento muy agradecido por esta experiencia y espero continuar este viaje con los participantes, tanto en Buenos Aires como en Alemania.
Gracias a todos por su apoyo y por ser parte de este significativo viaje.
Abrazo milonguero,
Chan
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