Tango Zen Journal, May 28, 2024
Tango's True Call: Dance for Pleasure, Not Pressure
A few years ago, I had the pleasure of giving online tango lessons to a delightful couple intrigued by the concept of Tango Zen. They were eager to learn how to dance mindfully, focusing on the essentials—embracing, walking, listening to music, and turning—all vital for enjoying milongas.
Their progress was impressive, and it was wonderful to see them embrace dancing with such mindfulness. Their dedication truly paid off, or so it seemed.
After a short break to attend a tango festival, they returned with unexpected news: they decided to enter a tango competition. Although this took me by surprise, as it seemed a shift from our mindfulness focus, I respected their choice and helped them prepare as best as I could in our remaining sessions. They later shared that they didn't advance past the first round of the local competition.
Recently, I have witnessed some champions dance like robots. They are beautiful, perfect but dance like lifeless robots, which in my opinion, represents the demise of traditional tango.
Most of us have lived with the stress of doing more, getting better, and beating others for our own wellbeing and, in many cases, for our children. Isn’t it about time we kicked the habit of competing with something external and enjoyed the blessing of dancing tango for our own pleasure? This experience has left me pondering the various paths people take in their tango journeys.
Personally, I struggle to understand the appeal of competition in an art form that, to me, is about sharing feelings and connection with a partner through the music and embrace. Can the essence of tango truly be quantified or judged?
Moreover, seeing some couples compete year after year makes me wonder what drives them. Is this competitive spirit a way to preserve and promote the tradition of tango, or does it divert from the art's essence?
Each dancer's journey is unique, and while I may question, I also respect that everyone finds their own meaning and joy in tango.
Dance for pleasure,
Chan Park
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El Verdadero Llamado del Tango: Bailar por Placer, No por Presión
Hace unos años, tuve el placer de dar clases de tango online a una encantadora pareja interesada por el concepto de Tango Zen. Estaban ansiosos por aprender a bailar con atención plena, enfocándose en lo esencial: el abrazo, caminar, escuchar la música y girar, todos elementos vitales para disfrutar de las milongas.
Su progreso fue impresionante y fue maravilloso ver cómo adoptaron el baile con tanta atención plena. Su dedicación realmente dio sus frutos, o al menos eso parecía.
Después de un breve descanso para asistir a un festival de tango, regresaron con noticias inesperadas: decidieron participar en una competencia de tango. Aunque me sorprendió, ya que parecía un cambio en nuestro enfoque de atención plena, respeté su elección y los ayudé a prepararse lo mejor que pude en nuestras últimas sesiones. Más tarde compartieron que no pasaron de la primera ronda de la competencia local.
Recientemente, he sido testigo de cómo algunos campeones bailan como robots. Son hermosos, perfectos, pero bailan como robots sin vida, lo cual, en mi opinión, representa el declive del tango tradicional.
Muchos de nosotros hemos vivido con el estrés de hacer más, mejorar y superar a otros por nuestro bienestar y, en muchos casos, por nuestros hijos. ¿No es hora de dejar de competir con algo externo y disfrutar de la bendición de bailar tango por nuestro propio placer? Esta experiencia me ha dejado reflexionando sobre los diversos caminos que la gente toma en sus viajes de tango.
Personalmente, me cuesta entender el atractivo de la competencia en una forma de arte que, para mí, trata sobre compartir sentimientos y conexión con una pareja a través de la música y el abrazo. ¿Se puede cuantificar o juzgar realmente la esencia del tango?
Además, ver a algunas parejas competir año tras año me hace preguntarme qué los motiva. ¿Es este espíritu competitivo una manera de preservar y promover la tradición del tango, o desvía de la esencia del arte?
Cada viaje de un bailarín es único, y aunque pueda cuestionar, también respeto que cada uno encuentre su propio significado y alegría en el tango.
Bailar por placer,
Chan Park
Source:Dancing with Zulma at Milonga @ Hotel Abasto, recorded by Ursula Tango
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